No importa si te has gastado 100 € o 5.000 € en la compra de un reloj, para ti es mucho más que un simple accesorio, que muestra las funciones de hora y fecha.
Una verdadera joya para algunos, el reloj es un objeto hecho para durar y para ello, es necesario seguir ciertas pautas que lo mantendrán en plena forma, el mayor tiempo posible.
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No es ningún secreto que un hermoso reloj que se cuida regularmente, pasará décadas y generaciones funcionando sin dificultad.
Si quieres saber cómo cuidar tu reloj de manera correcta, sigue leyendo, te vamos a explicar qué debes hacer.
1. Conoce el funcionamiento de tu reloj
Antes de nada, debemos conocer cuál es el funcionamiento de nuestro reloj:
A. El reloj de movimiento electrónico (cuarzo)
Si se trata de un reloj de cuarzo, deberás asegurarte de cambiar la pila cuando se haya agotado.
Para no dañar su funcionamiento, te aconsejo no dejarla dentro y cambiarla lo antes posible.
La forma más sencilla de hacerlo es acudir a un relojero y pedirle que la cambie, te costará menos de diez euros.
B. El reloj mecánico de cuerda manual
En el caso de un reloj mecánico con cuerda manual, deberás enrollar el resorte del reloj todas las mañanas mediante la corona.
Cuando notes cierta resistencia a la rotación de la corona, significa que está totalmente enrollada, no sigas girando a partir de este momento o saltará el muelle y tendrás un reloj inservible.
Ten en cuenta que, por lo general, estos relojes son muy sensibles a la temperatura y al magnetismo.
Aunque son más costosos de producir que los relojes con movimiento electrónico, son más frágiles y requieren de un mantenimiento regular.
C. El reloj mecánico de cuerda automática
El funcionamiento es el mismo que el de movimiento mecánico con cuerda manual.
La única diferencia es el hecho de que el mecanismo de cuerda del muelle, se basa en los movimientos de la muñeca y funciona gracias a una masa oscilante que arma el muelle.
Para esto, debes usar el reloj todos los días. Si se detiene, puedes darle cuerda a la corona de abajo hacia arriba (unas veinte veces) para restaurar la amplitud del movimiento y la precisión del reloj.

2. Conoce las especificaciones técnicas de tu reloj.
Todos tenemos la sensación de que sabemos cómo funciona un reloj. Sí, ¿qué podría ser más sencillo? Giramos la corona para fijar la hora y la fecha, giramos la muñeca y leemos la hora.
Pero cada reloj tiene sus especificaciones, debes aprender sobre su funcionamiento y cómo mantenerlo correctamente. Recuerda que el manual de uso es muy útil.
¿Compraste un reloj de buceo antiguo, pero no estás seguro de su nivel de resistencia al agua? ¿Tienes un reloj de campaña antiguo, de la Segunda Guerra Mundial, pero no estás seguro de lo resistente que es realmente a los impactos?.
Aunque a veces es difícil, cuando se compra un reloj de segunda mano a distribuidores no autorizados, el conocer las especificaciones de un reloj antiguo, es primordial, para no sobrepasar sus límites y asegurarte de que tenga una vida larga y saludable.
Si no tienes la documentación original, no dudes en investigar un poco por Internet, merece la pena conocer todo lo que puedas sobre tu reloj.
3. Usa tu reloj con regularidad
Si crees que la mejor manera de mantener tu reloj en buen estado y protegido es usarlo solamente en contadas ocasiones, te equivocas.
Para prolongar su vida útil, es necesario llevar un reloj (automático) con regularidad, para que no se dañe ninguna parte de su mecanismo.
Ten en cuenta que los engranajes del mecanismo están recubiertos con lubricantes, para garantizar su correcto funcionamiento.
Por lo tanto, cuando el reloj no se usa durante un tiempo, los aceites pueden secarse, endurecerse y causar fallos en su movimiento.
Te recomiendo que uses tus relojes al menos una vez a la semana, para mantener el mecanismo en funcionamiento y evitar que el lubricante se seque.
Si no puedes o no quieres hacerlo, existen dispositivos eléctricos que se encargan de activar el movimiento de nuestros relojes automáticos de forma regular.
Son los bobinadores o cajas automáticas para relojes, como los que se muestran a continuación:
4. Limpia tu reloj
Siempre es bueno tener un reloj brillante y reluciente en tu muñeca. Esto puede parecer un consejo muy básico y obvio, pero un reloj debe limpiarse con la mayor frecuencia posible para evitar que el polvo o la suciedad se peguen.
De hecho, existen varios lugares en los que se puede alojar suciedad y sustancias de todo tipo: en los eslabones de la correa, alrededor del bisel, en la parte trasera, etc.
Para una limpieza periódica, puedes usar un paño de microfibra específico, humedeciéndolo un poco con agua y pasándolo por las partes donde se acumula la suciedad.
Evita los productos químicos o productos de limpieza doméstica, si no quieres dañarlo.
Antes de pasar a una limpieza profunda, debes comprobar la resistencia al agua de tu reloj. Por lo general, esta información se encuentra en la parte inferior de la caja.
Aquí es donde debes tener mucho cuidado, para un simple baño, se recomienda una resistencia al agua de 10 ATM (100 metros) como mínimo.
Por debajo de 10 ATM, no te recomiendo poner tu reloj bajo el agua, más allá del simple lavado de manos, ya que corres el riesgo de dañarlo.
En el caso de que no sea impermeable, evita el contacto con el agua.
Incluso si tienes un reloj resistente al agua hasta 200 metros, recuerda que la resistencia al agua no es eterna, disminuye con el tiempo, al deteriorarse las juntas de estanqueidad.
Para limpiarlo más en profundidad, te recomiendo utilizar un cepillo pequeño y suave, por ejemplo un cepillo de dientes, con un poco de agua ligeramente jabonosa. Luego, pasa un paño , limpia y seca el reloj.
5. Realiza las revisiones de mantenimiento de tu reloj
Un reloj es como un coche, hay que llevarlo a revisión para hacerle un control técnico.
Imagina que tu reloj ya no es resistente al agua después de años usándolo, pero te diste cuenta demasiado tarde. Por eso, es importante que un relojero cualificado revise tu reloj cada 5 a 7 años.
Por supuesto, no todos los relojes son iguales y no todos los usuarios los someten a las mismas actividades.
Si estás acostumbrado/a a tenerlo bajo el agua muy a menudo, por ejemplo en la ducha, será necesario comprobar su estanqueidad cada 2 años, porque las juntas se deteriorarán con mayor rapidez.
Por lo tanto, no te arriesgues con el mantenimiento y conserva los registros de sus revisiones, más aún si quieres revenderlo algún día.
Según el tipo de reloj y las piezas a cambiar, los precios pueden oscilar entre los 250 € y los 800 €. Por lo general, una buena revisión debería incluir:
6. Aleja tu reloj del peligro
Aunque parezca una obviedad, siempre es bueno señalar que es mejor evitar ciertas exposiciones del reloj, si quieres mantenerlo en perfecto estado de funcionamiento.
El enemigo número 1 es el imán, que puede dañar seriamente el mecanismo del reloj. Los productos químicos también son agresivos para nuestro reloj: productos domésticos, cosméticos o perfumes.
La exposición prolongada al sol puede tener muchas repercusiones, como la pérdida de color o la degradación de la batería y su vida útil.
Asimismo, evita exponer tu reloj a una humedad excesiva, ya que puede dañar las juntas o crear condensación bajo el cristal.
7. Mantén tu reloj bien guardado
El reloj se entrega con una caja especialmente fabricada para preservarlo y evitar todo tipo de daños potenciales. Esta caja suele ser sólida y protege perfectamente el reloj.
Por lo tanto, es mejor conservar esta caja o estuche, ya que dejar el reloj en otro lugar, incluso en una superficie muy estable, sigue presentando una exposición a golpes y arañazos.
Por eso, cuando no lo uses, la mejor forma de cuidar tu reloj, es dejarlo en su funda o, en su defecto, comprar una nueva caja para guardar varios.
Hoy en día, hay una multitud de cajas de relojes, como las que te recomiendo a continuación, que te permiten cuidar tu reloj de forma profesional.
8. No juegues a ser relojero
Si no eres un relojero, no abras tu reloj, porque seguramente no estarás equipado con el material adecuado, ni tendrás los conocimientos necesarios para ello.
El polvo y la suciedad de todo tipo podrían introducirse y dañarlo. La reparación podría resultar bastante cara.
Si tienes poco o ningún conocimiento del mundo de la relojería, te aconsejo que no desmontes tú mismo tu reloj.
Los apasionados a los relojes saben que es posible asistir a determinados cursos o talleres de formación para aprender los fundamentos de la relojería: Reposición, montaje y mantenimiento de elementos de relojería fina, restauración de relojes antiguos, restauración de elementos de relojes de época, etc.
En el caso de que tengas alguna formación o quieres practicar con un reloj viejo sin ningún valor para ti, entonces puedes usar estos kits de reparación de relojes que te recomiendo.
9. Evita usar tu reloj durante ciertas actividades
Un reloj es para llevarlo puesto y debe seguirnos a diario, pero es importante evitar tenerlo en la muñeca en ciertas ocasiones. Un simple gesto, nos puede ahorrar una cara reparación.
Quítate el reloj cuando vayas a hacer jardinería, bricolaje o cualquier otra actividad susceptible de provocarle unos bonitos arañazos, así como cualquier actividad deportiva.
En general, hay que llevarlo bien ajustado a la muñeca, una pulsera de acero demasiado floja puede provocar golpes no deseados.
Los relojes mecánicos funcionan gracias a oscilaciones en el escape de la palanca y aunque los mecanismos de protección contra golpes de los relojes modernos, KIF o Incabloc, son excelentes, no brindan una protección perfecta contra todos los golpes, en todos los ángulos.
Además, debes saber que si necesitas un reloj cuando realizas una actividad deportiva o una actividad excesivamente brusca, tienes relojes diseñados para hacer deporte o relojes ultrarresistentes, como el famoso Casio G-shock.
10. Cambia de pulsera
Como te puedes imaginar, además de la caja, la correa es una parte fundamental de nuestro reloj. Es por ello que, también es necesario realizar un correcto mantenimiento de tu pulsera y cambiarla cuando sea necesario.
La primera regla es evitar ducharse con el reloj, porque ya sea de acero o de caucho, el agua y el jabón no son lo mejor para ella, al igual que los cosméticos.
Por descontado, la correa de cuero debe evitarse totalmente en la ducha. Por cierto, estas no tienen una vida útil tan larga como las de acero.
Sin duda se estropearán con el tiempo, ya que no es bueno para ellas la acidez de la piel, el lavado de manos, el clima, ni la frecuencia de uso.
Aunque la calidad del cuero de una correa tiene un impacto en su vida útil, deberá cambiarse a su debido tiempo.
Para conservarla más tiempo, te aconsejo que en verano lleves en su lugar, una pulsera de nailon.
Para conservar más tiempo tus pulseras, también puedes írtelas cambiando de vez en cuando, usando la que te apetezca más en cada ocasión.
Punto final
Si a la hora de comprarnos un reloj pensáramos en todo lo que puede estropearlo, quizás no llegáramos a comprarlo, ¿verdad?.
Sin embargo, los problemas de los relojes mecánicos son realmente pocos y ocurren muy de vez en cuando. Además, la mayor parte se solucionan de manera rápida y fácil.
A todos nos gustan los relojes lujosos, por su alta precisión y por sus funciones, pero siempre hay que tener en cuenta que es mucho más caro reparar un reloj roto, que realizar pequeñas operaciones de mantenimiento sistemático.
Te he dado algunos consejos para saber cómo cuidar tu reloj, pero el más importante de todos es este último: tu reloj fue creado para ser disfrutado.
Un reloj de lujo no puede quedarse guardado en una caja fuerte para siempre, debe lucirse en una muñeca.
Por eso, la mejor manera de cuidar tu reloj es llevándolo contigo, así, él estará feliz y tú también.
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