Si hay un elemento que nos puede trasladar al pasado en unos segundos es la música. Y no hay nada más retro que la música de videojuegos de los 80 y los 90.
Si te gastabas la paga en los salones recreativos o pedías para tu cumpleaños y navidades la última consola o cartucho, sigue leyendo porque escucharás temas que te traerán de vuelta grandes recuerdos.
¿Es la música necesaria en un videojuego?
Imagina pasar la tarde jugando a Zelda sin sonido.
La música de videojuegos es casi tan importante como los gráficos.
Aunque estés tan metido en el juego que creas que no le estás prestando atención, las melodías que suenan de fondo hacen de hilo conductor en la historia, le dan intensidad, te sumergen de lleno y llevan la experiencia de juego a otro nivel.
La música se convierte en la banda sonora de esta película en la que tú eres el protagonista, lo que hay a tu alrededor desaparece y te transporta a otro lugar.
El ritmo que acompaña la escena marca el compás en el videojuego.
Como si estuviese lanzando un mensaje subliminal, te dice que estás a salvo o bien te avisa con sus notas cuando algo va a suceder, además de contribuir a que te vengas arriba en un momento concreto del juego.
Y cuando acabas la partida, permanece en tu cabeza durante horas.
Como dijo el compositor de videojuegos Grant Kirkhope:
“Las imágenes cuentan la historia, pero la música te dice cómo sentirte”.
6 Canciones de juegos retro memorables
Prepárate, porque los siguientes temas te harán recordar la fortuna que se fue en monedas de cinco duros aquellas tardes de recreativas, los piques con desconocidos y los maratones con tus hermanos o en casa de los colegas, mando de consola en una mano y bocata de Nocilla en la otra.
Streets of Rage 1 y 2: de Wood Oak City al Sonar
Yuzo Koshiro es el principal compositor de estas bandas sonoras con una gran influencia de la música electrónica, techno y house que se escuchaba en las discotecas.
En la intro del arcade Streets of Rage 1 se va creando el ambiente desde los primeros segundos, con una música misteriosa que acompaña el paisaje nocturno de una ciudad en un pasado tranquila y ahora dominada por una organización criminal.
De pronto el ritmo cambia, transmitiendo no solo esperanza porque un grupo de jóvenes policías ha decidido tomar acción y acabar con los maleantes, sino que te hace sentir parte del grupo, frotarte las manos y decir: alright, let’s fucking do this.
Tan relevante era la música en este videojuego arcade, que Sega decidió destacar al autor en los créditos, algo poco común para la época.
Casi 30 años después, sus fans pudieron escuchar en vivo por primera vez la música del videojuego japonés en el famoso festival Sónar.
Imposible quedarse quieto y no bailar temazos como Go Straight de Streets of Rage 2, un juego clásico que nunca pasará de moda.
Algunos advierten del peligro de escuchar su banda sonora cuando paseas por la calle por la posibilidad de creerte dentro del videojuego y empezar a repartir mamporros a diestro y siniestro.
Ridge racer: música de videojuegos de derrapes a ritmo de techno
Namco anunciaba este clásico de los arcades de conducción como “el juego de conducción más realista de todos los tiempos”.
Con gráficos 3D que impresionaban en aquella época, de Ridge Racer destacamos su frenética banda sonora, carreras rapidísimas con impresionantes derrapes y un comentarista bastante flipado.
Inicialmente no pretendían incluir música en el videojuego pero finalmente creyeron que contribuiría a darle energía, crear tensión y cierta sensación de velocidad.
¿No te dan ganas de pisar a fondo el acelerador?
Street Fighter II: música de videojuegos de combate
Street Fighter II es el rey de los juegos de lucha, un arcade donde se demuestra que los errores pueden traer algo grande.
Un fallo en la programación que no fue detectado en la fase de testeo, permitió que se pudieran encadenar los golpes especiales con los normales, creando tortazos imparables.
Había nacido el sistema de combos, con tanto éxito que los combos fueron adoptados por todos los videojuegos de lucha que salieron después.
Su música, de la compositora Yoko Shimomura, te pone las pilas para liarte a guantazos y genera un estado de ánimo que perfectamente podría resumirse con la famosa frase “estoy a tope, jefe de equipo”.
Íbamos a compartir la canción original pero nos flipa tanto esta versión a capella que no hemos podido resistirnos. ¡Sube el volumen para escuchar el tema de Guile!
The Legend of Zelda: Ocarina of time con notas de nostalgia
Este juegazo atemporal de finales de los 90 ha alcanzado tanto para el público como para la crítica la categoría de obra maestra.
En Zelda Ocarina of time nos encontramos con un universo fantástico y medieval repleto de aventuras, hechizos y bizarras criaturas.
La música en este videojuego es un elemento primordial, ya que la ocarina es el instrumento que Link tendrá que usar para poder avanzar en su aventura, aprendiendo a tocar hasta 13 canciones diferentes que le permitirán superar obstáculos, llegar a lugares inaccesibles, teletransportarse o hacer aparecer cofres y hadas mágicas que le concederán diferentes poderes.
Tuvo tal impacto que las ventas de ocarinas crecieron considerablemente. Todavía hoy en día hay mucha gente interesada en aprender a tocarla y puedes encontrar bastantes tutoriales en youtube que te enseñan las canciones del juego.
El tema principal de Zelda Ocarina of time, compuesto por Koji Kondo, transmite calma y a la vez cierta tristeza y melancolía.
Dale al play y cierra los ojos para transportarte al pasado.
Más de 20 años después, esta melodía sigue removiendo por dentro y provocando una gran nostalgia. Al escucharla, muchos recuerdan que el juego fue su mejor profesor de inglés. Y otros no olvidan el subidón de conseguir a Epona.
El deseo de revivir las sensaciones que nos provocaban estos juegos de los 80 y los 90 ha hecho que la venta de máquinas arcade y consolas retro haya crecido exponencialmente.
Los que tenemos hijos, nos encontramos ante la oportunidad de acercarles una parte de la experiencia y de nuestra adolescencia.
Hay gente que compra máquinas recreativas con monedero para que sus hijos sepan lo que es gastarse la paga, aunque en este caso el dinero se convierte en una hucha.
¡Ya me hubiera gustado a mí tener una hucha como esta en vez de un cerdito!
Nunca podrán entender realmente cómo nos divertíamos, pero poder compartirlo recordando además la música de los videojuegos que marcaron el ritmo en nuestra infancia, hace que sea más memorable.
Esperamos que hayas pasado un buen rato recordando aquellos felices años con la música de videojuegos, igual que nosotros preparando este artículo.
Si te has quedado con ganas y quieres saber más, puedes pasarte por nuestra sección de máquinas recreativas retro, donde profundizamos en este maravilloso mundo.